Malvinas Argentinas, Córdoba
Red Jáuregui - Corresponsal Córdoba
El 18 de septiembre se plantaban frente a las entradas del predio donde se estaba instalando Monsanto un grupo de vecinos, organizaciones sociales y ambientales para comenzar un bloqueo que hoy, un mes después, sigue resistiendo.
Al costado de la ruta A88 persiste el acampe que impide el paso de materiales, entonces Monsanto no puede avanzar en la construcción de su planta. Varios han sido los intentos por abrir nuevos ingresos, pero el alerta y el ingenio de los compañeros que bancan el acampe han logrado bloquearlos.
La multinacional de los transgénicos y los agrotóxicos, la de la peor reputación en cuanto a efectos de sus productos en la salud humana, en el ambiente y en las economías regionales, está encontrando varios palos en la rueda para lograr instalarse definitivamente en Córdoba. Mientras que los gobiernos nacional, provincial y municipal le abrieron las puertas y ofrecieron comodidades, es el pueblo movilizado quien está parando a esta envenenadora serial.
Hace unas semanas la policía provincial quiso desalojar por la fuerza, pero fue un intento fallido y la apuesta al bloqueo se redobló. Nuevos cuerpos se hacen presentes todos los días, las muestras de solidaridad son continuas. Tratando de sacar rédito de la situación,representantes del gobierno nacional han acercado su hipócrita apoyo, evidente rasgo de oportunismo electoral. Las fuerzas políticas que este 27 de octubre reciben el “mandato de las urnas”, intentan aprovecharse de esta legítima protesta para calmar los ánimos, expresando un apoyo a la voluntad de los ciudadanos. Cinismo puro.
Las inversiones en Córdoba anunciadas hace más de un año por Monsanto, fueron festejadas por la presidenta de la nación, Cristina Fernández, quien se manifestó orgullosa de este negocio. En Córdoba, entre el gobernador De La Sota y el intendente radical de Malvinas, Arzani, le brindaron a esta multinacional todas las comodidades para poder instalarse. No solo no cuenta con un estudio de impacto ambiental, sino que la habilitación que otorga la provincia para la construcción de la planta está en jaque por una denuncia penal que apunta a su ilegitimidad.
Los días son largos en el acampe, pero llenos de intensidad. Se han levantado quinchos, sembrado huertas, hasta han construido un horno para cocinar pan; también se practican talleres de diverso tipo y el debate está siempre sobre la mesa. Raly Barrionuevo y Pérez Esquivel son algunos de los nombres que se han acercado para demostrar su apoyo y solidaridad.
Ni la presencia policial, ni la represión, ni el oportunismo electoral han logrado doblegar esta lucha.
Fuera Monsanto de Córdoba y de Argentina!
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