A tan sólo una semana de la contienda electoral, donde los candidatos debieran discutir cómo se resuelven los problemas del pueblo, los trabajadores que viajan a diario en el tren Sarmiento son víctimas de un nuevo accidente ferroviario.
A las siete y media de la mañana de hoy sábado 19 de octubre, una formación chocó sobre la barra de contención del anden número dos -el mismo de la tragedia del 22 de febrero del 2012-, quedando a tres metros de distancia de los molinetes en el hall de la estación.
Casi 80 personas heridas tuvieron que ser trasladadas a diferentes hospitales de la ciudad para ser atendidos. Nuevamente, como ocurrió en Castelar, el Secretario de Seguridad Sergio Berni se hizo presente en el lugar desalentando cualquier manifestación de bronca.
A mediados de enero de este año, el ministro del Interior Florencio Randazzo decía: "Puedo asegurar que, cuando todo eso esté funcionando, se va a notar una verdadera revolución en el transporte", refiriéndose a las reformas del sistema ferroviario que supuestamente promueve el gobierno nacional; al ser consultado sobre cuándo comenzará a notarse, respondió: "En los próximos 60 días, con seguridad". El plazo Randazzo está vencido hace varios meses y las mejoras no llegaron.
La realidad muestra una fotografía diferente: en poco más de dos años, 67 personas fallecieron producto de distintos accidentes en la línea Sarmiento. Luego de lo ocurrido el 22 de enero de 2012, donde murieron 51 personas, el gobierno implementó un sistema de colectivos nocturnos en el marco de un plan de obras del servicio de trenes, pero los usuarios manifiestan que el servicio es insuficiente, en particular para las personas que no suben en las cabeceras.
"La década ganada" del gobierno nacional sigue mostrando su verdadera cara. Este nuevo accidente tiene un responsable y este es Randazzo, reemplazante de Juan Pablo Schiavi, quien estaba a cargo de la cartera cuando ocurrió el primer accidente de Once debiendo renunciar. Las declaraciones mentirosas, los viajes a China y las fotos con futuros trenes no engañan a nadie, menos que menos a los usuarios del tren que cada día padecen viajar como ganado. A seis horas de ocurrido el accidente, el ministro no ha aparecido a dar explicaciones y con la hipocresía que los viene caracterizando, nuevamente echan culpas sobre el motorman, quien se encuentra bajo custodia policial.
La complicidad entre el gobierno K y el gran capital privado es la forma legal que adquiere el encubrimiento mutuo y se repite ya se trate de energía, un recurso natural como la minería o un servicio público como los trenes.
Es tarea de los trabajadores ferroviarios impulsar un plan de lucha inmediato, con participación de los usuarios que ya están organizados, porque la seguridad de los trabajadores y el pueblo, no puede depender de los tiempos electorales.
- Por la inmediata estatización de los ferrocarriles con control de sus trabajadores y usuarios.
- Por el castigo penal a los concesionarios privados, funcionarios estatales y dirigentes sindicales patronales responsables del vaciamiento y destrucción del tren.
- Por un ferrocarril al servicio y bienestar de los trabajadores y el pueblo, que evidentemente no surgirá de la actual convocatoria electoral que todos los días se vuelve a verificar como una verdadera estafa.
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