Todo empezó por el despido de 40 docentes, a lo cual se sumó un caldeado estado de ánimo de la comunidad universitaria producto de fundadas sospechas de corrupción y defraudación publica hacia el reciente ex-Rector de la Universidad Nacional de La Rioja. El funcionario saliente, Enrique Tello Roldán, llevaba ejerciendo su octavo mandato al frente de esta institución.
La toma del rectorado que inició el 19 de septiembre, que aun continua, y dos masivas movilizaciones de estudiantes, docentes, graduados y trabajadores no docentes con la consigna “Que se vaya el rector”, son los hechos que terminaron catapultando de su sillón a este fiel caudillo de la LES.
Lo que empezó como un pedido de reincorporación de los cesanteados docentes tomó la forma de movilización por la democratización de la UNLaR incluyendo el reclamo de la elección directa y la mayor representatividad estudiantil en todos los estratos de decisión universitaria.
¡Que se vayan todos!
La Asamblea que mantiene la medida de fuerza manifestó su intención de continuar la toma y movilización hasta lograr la renuncia del Consejo Superior y la Asamblea Universitaria que permitieron el enquistamiento en el poder de Tello Roldán, autoridades que han sido cómplices durante más de 20 años de las nefastas políticas de este zar universitario. Sostienen que habiendo logrado superar el miedo a la persecución política a cualquier indicio de movilización que asomaba en la UNLaR, no es momento de retroceder.
Una masiva renuncia dejaría a la universidad en un estado de acefalia, quedando en manos del Ministerio de Educación de la Nación la normalización del funcionamiento institucional, bajo la atenta mirada de los claustros en lucha para que se garantice una reforma estatutaria que contenga la elección directa de las autoridades.
Tello Roldán tras su renuncia fue respaldado en todo momento por el gobernador kirchnerista de La Rioja, Luis Beder Herrera, quien expreso: "(la renuncia) es en beneficio de la paz y la concordia para que se arregle este problema. Agradezco el gesto que lo muestra como hombre de bien porque la paz era necesaria. Todos estamos preocupados por esa situación”. Claro, el gobernador necesita que los ánimos se aquieten buscando alcanzar la "paz social". La temporada electoral se avecina y no es conveniente para la clase gobernante que los estudiantes se confíen en su brillante capacidad de acción.
¡Arriba la lucha de los estudiantes riojanos!
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