Foto: lanacion.com
Luego de 22 años de lucha para que la causa no caduque, finalmente se inició el juicio por el asesinato de Walter Bulacio. El ex comisario Miguel Ángel Espósito será juzgado por la detención ilegal del joven, que entonces tenía 17 años, y que murió tras ser apresado y alojado en una comisaría, luego de un recital de los Redonditos de Ricota en abril de 1991.
El ex policía Espósito sólo será acusado por un delito menor, “privación ilegítima de la libertad” que tiene una pena máxima de seis años de prisión. No está imputado por “torturas seguidas de muerte” como pide la familia de Walter.
El 21 de abril de 1991 mientras se realizaba un recital de la banda los Redonditos de Ricota en el estadio Obras Sanitarias, en el barrio de Núñez, centenares de jóvenes que se dirigían a ver el show, entre ellos Walter Bulacio, fueron detenidos por la Policía Federal. Para detener al joven se invocó el “Memorando 40”, una disposición eleborada por dos magistrados correccionales en 1967 que autorizaba a los comisarios a no dar intervención a la Justicia por la detención de menores de edad (siempre que no fuera por un delito).
Bulacio murió como consecuencia de un “aneurisma no traumático” luego estar detenido en la comisaría 35. Tras años de presentaciones judiciales, el caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en septiembre de 2003 condenó al Estado argentino luego de que éste admitiera su responsabilidad por la violación al derecho a la vida y a la integridad física del adolescente.
En aquella oportunidad, la CIDH ordenó indemnizar a la familia de Bulacio y declaró que la causa es imprescriptible por tratarse de un crimen de Estado con iguales características que los de lesa humanidad.
Además, se pidió que en un lapso razonable se sancione a los responsables de la detención ilegal de Bulacio y se investigue la conducta de todos los jueces "responsables de la gravísima situación de impunidad".
En una entrevista cedida al diario La Nación, la abogada de la familia del joven, María del Carmen Verdú (Correpi) afirmó que en relación a las detenciones arbitrarias por parte de la policía poco se avanzó durante el gobierno kirchnerista: “Hubo 494 exactamente como lo que pasó con Walter, es decir, detención policial arbitraria, permanencia injustificada en comisaría y salida de ahí muerto o moribundo. Pero la cifra asciende a 2300 si le sumás muertos en cárceles, en comisarías en otras circunstancias, fusilados por el gatillo fácil, desaparecidos, fusilados en movilizaciones. Hay más de 4000 desde el 83 hasta hoy, y 2300 son desde mayo de 2003 a julio de 2013. El gobierno kirchnerista es el campeón de la violación de los Derechos Humanos. Nadie, ningún gobierno desde 1983 a la fecha ha sido más eficaz en lo que es la consigna propia de los gobiernos constitucionales: toda la represión necesaria con todo el consenso posible. Nadie cooptó consenso con mayor capacidad. El gobierno que supuestamente no reprime la protesta social... es el que más muertos tiene desde el 83 a la fecha, salvando el caso de Fernando De la Rúa y la Alianza, que mataron a 39 en un día. Es el que más presos políticos ha tenido a lo largo de su mandato, el de más muertos por el gatillo fácil, el de más muertos en cárceles y comisarías.”
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