Macri se ha lanzado, junto a la dirección de la UTE, a dar un golpe a los metrodelegados en medio del plan de lucha consistente en paros rotativos.
Mientras CFK le niega la personería sindical a los trabajadores del subte y deja hacer sin cortapisas a la empresa Metrovías del grupo Roggio.
Actuando como una pinza, gobierno de ciudad y nacional, en los hechos, impulsan aumentos de las tarifas y restricción del derecho de huelga, como así también retrotraer la jornada laboral a 8 horas.
El anuncio de la posible estatización es una excusa para dejar impune al manejo financiero del monopolio Roggio y tercerizar el servicio con una nueva privatización.
Es preciso profundizar el plan de lucha para romper esta maniobra, como así también coordinar con listas, gremios, agrupaciones combativas, partidos de izquierda y usuarios.
Convocar a la Plaza de Mayo el 20/12 es una buena manera de hacerlo.
También establecer los blancos a golpear, ya que el guiño de Pianelli a favor de CFK le quita sustento a las justas reivindicaciones de los trabajadores y tiene el efecto, como se ve claramente en este conflicto, de abrirle las puertas a la burocracia sindical de la UTA, amiga de Macri, pero también alineada con la CGT de Balcarce.
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