Viernes, febrero 22, 2013, 0:10 “Nosotros producimos; ellos se lo embolsan. Hagámosles pagar”. Con referencias como esta a los millonarios y numerosos ataques al Gobierno decenas de miles de manifestantes han marchado durante toda la mañana por las calles del centro de Bruselas.
El principal malestar deriva de la congelación salarial que ha decretado el Gobierno para 2013 y 2014.
“Estamos contra el Gobierno, contra un Partido Socialista que se dice de izquierdas pero que está adoptando medidas neoliberales”, se queja Baudouin Louis, militante comunista que reparte octavillas en la manifestación.
Delante de un puesto donde varios ciudadanos piden, micrófono en mano, que los ricos paguen más impuestos, Louis se queja de que esta “no es la Europa social, sino la de las finanzas”.
Además de congelarlos, el Ejecutivo pretende alterar la revalorización automática de los sueldos en función de la inflación, de forma que el aumento sea menor que el actual.
“No son los salarios los que son elevados, sino el nivel de vida”, se queja Akim Mohamed, un trabajador de Ford en la fábrica de Lieja. Mohamed protesta contra los despidos que se están produciendo en esa planta y la amenaza que pende sobre sus cabezas después de que Ford se haya planteado trasladar parte de la producción al extranjero. Este manifestante recuerda que la planta de Lieja “ha recibido mucho dinero público del Gobierno belga”.
Los manifestantes preparan el terreno para otra gran movilización europea, que harán coincidir con la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, el 14 de marzo.
Más allá de las remuneraciones en el sector privado, los tres grandes sindicatos (CSC, FGTB y CGSLB) piden una subida del salario mínimo y de otras rentas públicas como las prestaciones por desempleo y las pensiones.
EP
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