A 60 años del asalto a los cuarteles
Moncada y Céspedes:
una derrota que se convirtió en avance
una derrota que se convirtió en avance
de la Revolución Cubana.
Un puñado de hombres mal armados pero repletos de coraje y determinación, y consustanciados con los sufrimientos y necesidades de su pueblo, al mando de Fidel Castro, abrieron en la historia de la lucha de los pueblos un capitulo fundamental. El asalto al Moncada representa la punta del ovillo que culminaría después con la gloriosa Revolución Cubana del 1 de enero de 1959.
Si bien militarmente fue una derrota considerable, ya que las filas revolucionarias se vieron diezmadas cuantitativamente por las caídas en combate y los objetivos prefijados no se alcanzaron, cualitativamente resulto un punto de inflexión en cuanto al avance de la conciencia social y la permeabilidad de las ideas revolucionarias.
Así Fidel se dirigió a su tropa: "Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad."
Vaya nuestro humilde homenaje a aquellos hombres y mujeres que se pusieron al hombro semejante tarea, dando uno de los primeros pasos en el camino de la revolución, la liberación y el socialismo en castellano. Los pueblos, que persiguen incansablemente su liberación, encuentran en hechos históricos como este y en las conquistas de la Revolución Cubana un faro que ilumina su recorrido.
Si bien militarmente fue una derrota considerable, ya que las filas revolucionarias se vieron diezmadas cuantitativamente por las caídas en combate y los objetivos prefijados no se alcanzaron, cualitativamente resulto un punto de inflexión en cuanto al avance de la conciencia social y la permeabilidad de las ideas revolucionarias.
Así Fidel se dirigió a su tropa: "Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad."
Vaya nuestro humilde homenaje a aquellos hombres y mujeres que se pusieron al hombro semejante tarea, dando uno de los primeros pasos en el camino de la revolución, la liberación y el socialismo en castellano. Los pueblos, que persiguen incansablemente su liberación, encuentran en hechos históricos como este y en las conquistas de la Revolución Cubana un faro que ilumina su recorrido.
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