domingo, 24 de febrero de 2013

El padre Peppe Trifirò


Italianos hacia las urnas. ¿Y hacia el abismo?

 

«Queridos conciudadanos y parroquianos: no vayáis a votar, puesto que en esta campaña electoral a nadie importan la batallas que nuestra población combate desde muchos años por el derecho a la vida y a la salud». Y también: «Cada voto es precioso... pedimos a la opinión pública y a los electores que se vote, como induce una exigencia responsable».

Entre muchos, aquí dos mensajes diametralmente opuestos. La primera es una carta abierta de don Peppe Trifirò, apreciado párroco de Valle del Mela, en la provincia siciliana de Messina. El segundo es el manifiesto de un grupo de conocidos exponentes del mundo de la cultura tendencialmente de izquierdas y entre cuyos firmantes está el semiólogo y escritor Umberto Eco.
Hay que tomar todo con la prudente perspectiva, siendo conscientes de las dimensiones de cada apelación. La última rebeldía de un sacerdote, justamente harto de que políticos y administración hayan ninguneado por mucho tiempo los problemas y las preocupaciones ecológicas de unas poblaciones amenazadas por un electroducto.
La llamada a la responsabilidad, aunque escorada ideológicamente, de gentes de la cultura que temen un futuro nada sólido, confuso y con nubarrones cargados de tormenta. Pero los dos que cito sólo son ejemplos de dos grandes tendencias, opuestas y sin embargo difundidas entre la población italiana y que abarcan a todas la aficiones, ideologías, costumbres, pertenencias y ubicación geográfica y social.
Hay un temor palpable. Hasta pánico, a pesar de que la posibilidad puedan acariciarla pequeños grupos minoritarios. Y es el temor a que ahora se vaya a votar, pero que se tenga que volver a las urnas antes del verano. Desde luego, y lleva siendo polémica constante así como indecisión por intereses cruzados, la actual ley electoral no favorece resultados como en los tiempos de las claras mayorías.
Aunque teóricamente añada más dosis de democracia porque muchas sensibilidades están en juego, la fragmentación del espectro y de los equilibrios parlamentarios hace muy complicadas las alianzasY el viejo bipolarismo puede darse por roto. Por los pequeños grupos, por la merma de los grandes y, sobre todo, por el nuevo movimiento populista de protesta liderado por el cómico Beppe Grillo.

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